martes, 23 de marzo de 2010

Sgt Pepper ¿el mejor disco de la banda?


Razonemos: el mejor disco de una banda o solista es aquel que contiene las mejores canciones -o la mayor cantidad de muy buenas canciones- en comparación con otras obras de la misma banda o el mismo solista. Bien. Entonces ¿por qué este disco se considera tantas veces como el mejor de esta banda?
Hay una explicación: porque fue un disco importante, innovador en el sentido artístico y técnico, porque mostró los avances posibles en el estudio de grabación, porque cambió la concepción sobre el uso del estudio de grabación, porque mostró la evolución posible dentro de la música pop, tanto en lo instrumental como en las letras, porque amplió las posibilidades estéticas de la portada... y porque es un símbolo de una época. Tal vez hoy en día lo que más pesa en su fama es este último argumento, más bien nostálgico o fetichista.
Sin embargo, no estamos ante lo mejor de los Beatles. Estamos, nada más, ante un aspecto de la banda -uno muy interesante y de gran valor histórico, sin duda. Pero nada más que eso. (Alguien dirá: nada menos. Y también es cierto).
No, no estamos ante el mejor disco de los Beatles, por una razón clara: no están aquí las mejores canciones. Diría más: salvo la honrosa excepción de A day in the life, hay aquí un descenso de calidad respecto a obras anteriores como el larga duración Revolver y los simples Paperback writer/Rain y Penny Lane/Strawberry fields forever. Un GRAN descenso de calidad.
La mayoría de las canciones de Sgt. Pepper parecen de segunda clase.
No son malas, claro.
Pero a Dios lo que es de Dios, y al Sargento Pimienta lo que es del Sargento Pimienta.



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